domingo, 30 de octubre de 2011

REFLEXIÓN: "Responsabilidad social empresaria, rol del consumidor"

Pensamos que estas tendencias se debieron adoptar antes por el bien del planeta pero ¿En realidad es así?


La pregunta no sobra… a menos que la enfoquemos en este paradigma tradicional al que nos hemos acostumbrado. No obstante, hay que ver qué está haciendo nuestra generación por lo sano y por el daño al planeta y qué hacían las generaciones antes de la nuestra.

Se los dejamos para su consideración y profunda reflexión…

“En la fila del supermercado el cajero le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras, ya que las bolsas plásticas no son amables con el medio ambiente. La señora se disculpa y explica: “Es que no había esta onda verde en mis tiempos.” El empleado (un joven con cara de perdonavidas) le contesta: “Ese es justamente nuestro problema ahora, señora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente.”
“Tienes razón”, contesta la anciana, “Nuestra generación no tenía en sus tiempos esa onda verde. En aquel entonces las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usar las mismas botellas una y otra vez. No se reciclaba… se reutilizaban.

No hijo, no teníamos esa onda verde en nuestros tiempos. Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de subir a nuestro auto cada vez que necesitamos recorrer dos cuadras. Tienes razón. No teníamos la onda verde en nuestros días. Por aquel entonces lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios: en esos días realmente la energía solar y eólica secaban nuestra ropa. No teníamos consumismo, los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores… no siempre modelitos nuevos.
De modo que es cierto muchacho, no teníamos una onda verde en aquellos días. En ese entonces teníamos solo un televisor o radio en la casa, no uno en cada habitación. La TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo, no una pantallota del tamaño de un estadio que me hace preguntar ¿Cómo se desechan hoy en día? En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hicieran todo por nosotros. Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, reutilizábamos los periódicos, arrugándolos para protegerlo, no usábamos plastoformos o bolitas plásticas que duran cinco siglos en comenzar a degradarse.

Tienes razón chico, no teníamos esa onda verde. En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto; usábamos una podadora que funcionaba a músculo o tijeras de césped; hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Bebíamos directamente de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticas cada vez que teníamos que tomar agua; envases que ahora atestan los océanos. Recargábamos las plumas fuentes con tinta, en lugar de comprar bolígrafos plásticos nuevos a cada rato; cambiábamos las navajas de rasurar en vez de echar a la basura todo un rastrillo ‘desechable’ y contaminador, sólo porque la hoja perdió su filo.
Así que en efecto, no teníamos una onda verde por entonces. En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un ómnibus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes en cada pared para alimentar una docena de artefactos. No necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para decirnos donde encontrar la pizzería más próxima.


Así que dime, hijo ¿No te parece risible que la actual generación lamente cuán poco conscientes del ambiente éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros tiempos?”

Sólo una pequeña reflexión para nosotros como sociedad consciente o tal vez inconsciente; para que las futuras generaciones adopten medidas amigables con el ambiente, habrá que reflexionar sobre el consumismo innecesario. Asimismo las empresas deberán asumir su responsabilidad modificando los materiales con lo que fabrican sus productos de manera que favorezcan el desarrollo sostenible. Hace unos años los productos estaban desarrollados para durar mucho tiempo, ejemplo de esto una heladera 30 años contra 10 años hoy, una cocina 30 años contra 5 años hoy, y así muchos otros articulos…

Somos una sociedad basada en el consumo, quizás ya no se puede volver atrás y ser menos consumistas, lo que si se podría repensar nuestro “rol como consumidores” y posicionarnos como una sociedad de consumo RESPONSABLE…

En este punto nos lleva a repensar sobre algo que nunca tomamos en cuenta a la hora de seleccionar nuestros productos y creo que es uno de los temas donde más conciencia deberíamos tener y surgieron  estas preguntas: Compraría un producto de una empresa que:
 
No pague impuestos?
Contrate menores de edad?
Contamine el ambiente?
Viole los derechos humanos de sus trabajadores?
Sea discriminatoria en cuanto a sexo o raza?
Exista acoso sexual?

Es muy difícil pensar todas éstas cuestiones a la hora elegir un producto, algunos ni lo llegamos a pensar y no está dentro de nuestros valores elegir un producto “verde”, a otros se le plantea un dilema importante a la hora de revisar la billetera y elegir un producto mas caro.

Entonces… ¿Qué hacemos como sociedad para consumir responsablemente?

Nosotras no tenemos la respuesta, seguramente no habrá una sola, tiene que ver con un cambio de paradigma que no comienza hoy, sino que ya está en marcha hace bastante tiempo. El hecho de que hoy en día casi todas las empresas tengan un área encargada de RSE, ya nos brinda información de la importancia que se da en el mercado ser verde, porque “ser vede” vende, no confundamos responsabilidad social empresarial con filantropía estratégica: las empresas han encontrado en el concepto de responsabilidad social una salida favorable para obtener una mejor imagen corporativa. El objetivo de aplicar una filantropía estratégica es utilitario. Se destina un excedente del margen de ganancia a una causa humanitaria porque eso va a tener consecuencias favorables para la organización.
Sin embargo con esto no alcanza para convertirse en una organización empresarial con responsabilidad social. Más allá de la voluntad política que tengan los cuadros dirigenciales, la responsabilidad social es un proceso donde no sólo deberá converger un compromiso de todos los actores involucrados sino que además deberán desarrollar las competencias requeridas para el efectivo ejercicio de esta responsabilidad.

Realmente es muy difícil, porque tiene que ver con cambiar una modalidad de vida, de pensar, de actuar, de sentir para que no sea algo adquirido y si voluntario; pero no quisiéramos dejar un mensaje desesperanzador y culpabilizante, sino mas bien hacer foco en que es posible ser un consumista responsable, y seguramente nos resultará mas sencillo cuando la única forma de hacer negocio sea “ser responsable”.

Pero es importante ser conciente que éste cambio de paradigma depende de nosotros, el consumidor elige ese sistema de producción que está por detrás del producto.




domingo, 23 de octubre de 2011

Reflexión: Modernidad Liquida


A partir de esta frase de Mafalda, les proponemos refelexionar a cerca de los tiempos en los que vivimos.