Cuando leímos esta viñeta se nos vino a la cabeza lo conversado en la última clase sobre RSE y el video sobre la historia de las cosas. La modernidad líquida influye también en la forma de consumo actual, por medio de la cual las cosas cada vez tienen menos durabilidad y se desechan así como así. Vale la pena reflexionar sobre esto, ¿será que los vínculos humanos también pasan a ser un bien de consumo que se desechan rápidamente y cuando pasan de moda? ¿cómo influye esto en las relaciones de trabajo y, sobre todo en el contrato psicológico vigente entre organización y sujetos? Intuimos que todo pasa a ser una cuestión de corto plazo, así como lo son los objetos que consumimos y tiramos día a día.
Quino a partir de la historieta "Mafalda" siempre transmitió sus pensamientos acerca de la modernidad, el capitalismo y sus posibles implicancias en los sujetos y la vida cotidiana. Desde la inocencia representada por la niña, podía expresarse libremente. Digo esto justamente por que cuando las historietas eran publicadas, la Argentina vivía bajo un régimen dictatorial. Donde la libertad de expresión era fuertemente censurada entre otras tantas cosas que produjo ese periodo nefasto.
¿Cuanto de razón tiene Malfada? Eso dependerá de cada sujeto con sus propias subjetividades, pero no podemos dejar de dar cuenta que estamos viviendo en este contexto de modernidad liquida que ser refiere Bauman dando cuenta que nos encontramos en una necesidad perpetua, interminable donde todo tiende a una misión individualista de la humanidad, donde hay una liviandad del capitalismo, lazos débiles, excesivo consumo, velocidad de cambios. Pero tenemos que hacerle frente, tratar de adaptarnos a estos cambios, sin llegar a extremos que solo nos conducirían a quedarnos en que el tiempo pasado fue mejor (Modernidad sólida), hoy en día como futuros psicólogos tenemos herramientas para poder adaptarnos y ayudar a los demás a transitar esta "esta moderna vida".
Quino a través de Mafalda hace reír, y pensar sobre todo! Las relaciones vinculares entre las personas también se vuelven descartables? y cómo esto se vive en el ámbito de las empresas?Creo que es para observar, analizar y sacar conclusiones a fin de generar formas de intervención
Al ver la imagen no podemos más que pensar en nuestro querido Bauman. Sabemos que en la actualidad la modernidad nos lleva a un ritmo sin igual. Todo se ha vuelto efímero, evanescente, desdibujado. El cambio comenzó a gestarse desde lo económico y atravesó todas las esferas de la sociedad. Hoy en día ya nada queda de los tiempos en que el Estado era garante de derechos y oportunidades. Hoy desde lo más concreto hasta lo más humano, se ha vuelto un objeto descartable. En este punto vale aclarar que a veces da un poco de temor pensar en la voragine a la que se mueve la sociedad, sin embargo, debemos poner un freno a nuestro pensamiento (al menos unos minutos) y reflexionar sobre quienes somos, a donde vamos, y que queremos para nuestras vidas. Tal vez así logremos conectarnos con nuestro lado humano, si es que aún nos queda algo de esto
Cuando leímos esta viñeta se nos vino a la cabeza lo conversado en la última clase sobre RSE y el video sobre la historia de las cosas. La modernidad líquida influye también en la forma de consumo actual, por medio de la cual las cosas cada vez tienen menos durabilidad y se desechan así como así. Vale la pena reflexionar sobre esto, ¿será que los vínculos humanos también pasan a ser un bien de consumo que se desechan rápidamente y cuando pasan de moda? ¿cómo influye esto en las relaciones de trabajo y, sobre todo en el contrato psicológico vigente entre organización y sujetos? Intuimos que todo pasa a ser una cuestión de corto plazo, así como lo son los objetos que consumimos y tiramos día a día.
ResponderEliminarQuino a partir de la historieta "Mafalda" siempre transmitió sus pensamientos acerca de la modernidad, el capitalismo y sus posibles implicancias en los sujetos y la vida cotidiana. Desde la inocencia representada por la niña, podía expresarse libremente. Digo esto justamente por que cuando las historietas eran publicadas, la Argentina vivía bajo un régimen dictatorial. Donde la libertad de expresión era fuertemente censurada entre otras tantas cosas que produjo ese periodo nefasto.
ResponderEliminar¿Cuanto de razón tiene Malfada? Eso dependerá de cada sujeto con sus propias subjetividades, pero no podemos dejar de dar cuenta que estamos viviendo en este contexto de modernidad liquida que ser refiere Bauman dando cuenta que nos encontramos en una necesidad perpetua, interminable donde todo tiende a una misión individualista de la humanidad, donde hay una liviandad del capitalismo, lazos débiles, excesivo consumo, velocidad de cambios. Pero tenemos que hacerle frente, tratar de adaptarnos a estos cambios, sin llegar a extremos que solo nos conducirían a quedarnos en que el tiempo pasado fue mejor (Modernidad sólida), hoy en día como futuros psicólogos tenemos herramientas para poder adaptarnos y ayudar a los demás a transitar esta "esta moderna vida".
ResponderEliminarQuino a través de Mafalda hace reír, y pensar sobre todo!
ResponderEliminarLas relaciones vinculares entre las personas también se vuelven descartables? y cómo esto se vive en el ámbito de las empresas?Creo que es para observar, analizar y sacar conclusiones a fin de generar formas de intervención
Al ver la imagen no podemos más que pensar en nuestro querido Bauman. Sabemos que en la actualidad la modernidad nos lleva a un ritmo sin igual. Todo se ha vuelto efímero, evanescente, desdibujado. El cambio comenzó a gestarse desde lo económico y atravesó todas las esferas de la sociedad. Hoy en día ya nada queda de los tiempos en que el Estado era garante de derechos y oportunidades. Hoy desde lo más concreto hasta lo más humano, se ha vuelto un objeto descartable. En este punto vale aclarar que a veces da un poco de temor pensar en la voragine a la que se mueve la sociedad, sin embargo, debemos poner un freno a nuestro pensamiento (al menos unos minutos) y reflexionar sobre quienes somos, a donde vamos, y que queremos para nuestras vidas. Tal vez así logremos conectarnos con nuestro lado humano, si es que aún nos queda algo de esto
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